Mi nombre es Carolina Gerónimo Blasco y soy médico desde 1990.
Ya durante mi formación en la Facultad de Medicina de Barcelona -y en mi ejercicio médico de más de 30 años-, siempre me llamó mucho la atención la relación del paciente con el dolor, con la enfermedad, los esquemas perpetuadores de los síntomas. Cómo la misma enfermedad casi no daba síntomas en ciertas personas o ciertas circunstancias y eran muy limitantes en otras.
También me sorprendía la actitud de muchos estudiantes y profesionales de la medicina que parecía que su papel ante el enfermo era de superioridad, relegándolo a un segundo término en una relación en la que el protagonista era el médico enfrentándose a la enfermedad. El lenguaje bélico, utilizado frecuentemente, es el mejor ejemplo: “lucharemos contra la enfermedad”, “venceremos a la infección”…
El desorden, para mí, condiciona la insatisfacción en el profesional y en el paciente.
El profesional tiene ante sí algo demasiado imponente y deja fuera al paciente y sus circunstancias.
En 2015, cursando el Máster en desarrollo Personal y Liderazgo en la Universidad de Barcelona, tuve mi primer contacto con las constelaciones familiares de la mano de Joan Garriga, fundador del Institut Gestalt y el principal representante de esta herramienta en nuestro país, formado directamente por su fundador, Bert Hellinger. Seguí practicando como cliente y como representante durante los siguientes años.
Fue en 2020, en septiembre, cuando decidí formarme en el Máster en Constelaciones Familiares impartido por el Institut Gestalt. Para mí era importante, en ese año y en los venideros, dar espacio a duelos no resueltos, a síntomas crónicos, a vínculos y relaciones a través de esta potente y breve herramienta.
Fue en 2020, en septiembre, cuando decidí formarme en el Máster en Constelaciones Familiares impartido por el Institut Gestalt. Para mí era importante, en ese año y en los venideros, dar espacio a duelos no resueltos, a síntomas crónicos, a vínculos y relaciones a través de esta potente y breve herramienta.
En el Máster aprendimos, entre otros conocimientos, los “órdenes de la ayuda” que debe respetar cualquier constelador o terapeuta. Pero también cualquier sanitario que quiera acompañar a un paciente: uno solo da lo que tiene y toma lo que necesita, desde la humildad y reconoce lo que no tiene; las circunstancias son las que son y no se pueden cambiar, integrar y no negar es el camino.
La relación facilitador-cliente es entre adultos, no paternalista; el constelador ve al cliente no como un individuo solo, sino como parte de su sistema familiar; y el último orden de la ayuda sería que amemos a la persona tal y como es, sin juicio.
Esta mirada amplia, integradora, respetuosa, personalizada, poniendo al cliente en el centro, acompañado de la fuerza de su sistema familiar, humilde con las propias capacidades es lo que me ha movido a ofrecer las constelaciones familiares en el ámbito de la salud.
Mi continuo aprendizaje en el “no hacer” del método fenomenológico y la confianza en el fluir de la vida y en el sistema, es lo que me ha dado una mirada nueva a mi práctica médica convencional.
Y me nutro de esta práctica y mi experiencia para aportar la seguridad necesaria en la consulta con el cliente que trae un tema de salud que le preocupa.
Saber más de mi
No sabía en qué consistían las Constelaciones Familiares, me producía desconfianza. Ella me lo explicó. Con delicadeza me fue preguntando hechos importantes sobre mi enfermedad, sobre mi familia, con la tranquilidad de saber que si había algo grave ella es médico y me daría su mejor consejo.
Me ha encantado probar las constelaciones. Muy agradecida a Carolina por su ayuda. Por dar luz con tanto amor, presencia, delicadez y profesionalidad.
Opiniones de quienes ya han constelado conmigo:
Fueron sólo 3 sesiones y he notado más mejoría que muchos tratamientos que había ensayado durante mucho tiempo.
Me ha parecido super interesante constelar con Carolina. Toda una profesional, a través de los tres encuentros que he tenido con ella, me ha ido guiando y acompañando en todo momento. Las sesiones con ella son agradables en algo tan delicado como las constelaciones, donde ella te hace sentir que vas de su mano. Algo que no se puede reflejar con palabras y que tienes que experimentar por ti misma/o. Emocionada y agradecida de constelar con Carolina. Lo recomiendo.
No sólo se trabaja en la sesión. Antes recogió toda la información interesante sobre mi familia, mi enfermedad, datos, coincidencias…y después, durante la sesión, me hacía reconocer los mensajes del cuerpo, mis emociones. Salía de la mente y de mi discurso, para ir a mi cuerpo. Y esa sensación de comprender…
Carolina me estuvo ayudando a través del proceso de las constelaciones a retomar el contacto con una persona de mi entorno. He ido retomando la relación poco a poco, a raíz de constelar. Noté cambios en mi manera de enfocar la situación y la otra persona respondió. No fue inmediato pero al cabo de un mes se empezó a dar el cambio.
¿Te quedan dudas?
Si necesitas más información, puedes consultar esta sección de mi página web en dónde te cuento sobre mi método con más profundidad o escribirme un mail para pedir cita conmigo.
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